lunes, 5 de diciembre de 2011

Ensayo: ¿Qué es la ilustración? Investigación y Producción I

× ¿Qué es la ilustración? A partir de esa pregunta avanzaré en el análisis de las ocho lecturas que componen el material de consulta de la materia de Investigación y Producción I, para tratar de responder con una idea personal como una forma de conclusión.

× La primera lectura, Líneas posibles para una ponencia. Para entrar en la vida de la ilustración de un libro de carácter documental, inicia definiendo a la ilustración desde tres perspectivas distintas: la etimológica, que la entiende como iluminar, traer algo a la luz, y por tanto explicar y complementar las ideas por medio del dibujo, de forma independiente al texto que ilustra; la segunda da mayor importancia al texto porque la imagen debe mostrar lo que el texto no puede, también debe redundar, decorar y embellecer el texto para enriquecer de alguna forma al lector; en la última perspectiva la importancia radica en las distintas posibilidades y limitaciones de la misma ilustración, se refiere de la temática y habilidad para crear una imagen acorde al texto a la capacidad de reproducibilidad técnica y digital, del nicho en el mercado que pudiera hallar a las capacidades del ilustrador en función de su cultura y conocimientos.

A partir de lo anterior y de la experiencia personal se proponen una serie de dimensiones para entender a la ilustración: dimensión temática, la que vendría a determinar el resto de las dimensiones porque esta nos indica el público a quien va dirigida la imagen, de esta forma también puede entenderse como el género de la ilustración; dimensión icónica, acorde con el género, es en el plano de representación el nivel de realismo o abstracción con la que se trabaja; dimensión compositiva, nos indica los factores a considerar como el texto que acompaña la ilustración, el formato, los márgenes, el tamaño y demás elementos gráficos; dimensión técnica, la capacidad de plasmar una idea por medio de algún instrumento, debe considerar el lugar en que será reproducida la imagen, ya que algunas técnicas se ajustan mejor a ciertos soportes que otras, también se puede intentar el refuerzo de significados usando una técnica más propicia para ello; dimensión cromática, que va del blanco y negro pasando por los grises a las paletas de color frías y cálidas, se liga a las anteriores al ajustarse tanto al medio que va a reproducir la imagen como al significado que quieren redundar.

Esta lectura nos da un primer acercamiento a lo que podemos entender como ilustración en la medida que nos explica las cualidades conceptuales y materiales que la componen como actividad.

× La lectura de La ilustración como categoría nos brinda una interpretación alterna, ya que la entiende como una categoría estética/comunicativa, y por tanto gnoseológica, es decir, como forma de conocimiento; así se interpreta a la ilustración desde distintos arquetipos históricos: en el Renacimiento, en superación y contraste del Medioevo, se apelaba a las representaciones realistas y naturalistas, entienden que el conocimiento nace de la percepción de los sentidos sobre la realidad, con lo que surgen los primeros científicos; en el Barroco el neoplatonismo se convierte en el paradigma del conocimiento, la oscuridad se vuelve sinónimo de profundidad, se empleó la retórica, los emblemas y el hermetismo para ocultar el conocimiento de los no iniciados, y la ilustración se vuelca a los modelos y códigos; la Ilustración, basada en la relación filosofía/ciencia/arte, trae de vuelta a la claridad el conocimiento, se combate el dogmatismo y la ignorancia, y se define al conocimiento como algo positivo y sistematizable; en la Modernidad, inspirada en la filosofía naturalista, la imagen refleja la lógicas mecánica y de automatismo, se piensa que aplicando las reglas sistemáticamente se habrán de encontrar las respuestas a todas las preguntas; la Posmodernidad, alienta la reflexión y reproducción de los paradigmas históricos previos sin alguna clase de crítica o método, las directrices de producción predominantes son el neobarroco , el surrealismo y el collage.

Un concepto que cruza la anterior clasificación es el de la imaginación, atributo apriorístico de cualquier individuo, a la que se entiende como la capacidad para fantasear, y así crear o entender, por medio de la ilusión o la invención.

De esta lectura aprendemos la importancia del paradigma histórico ya que ella define en gran medida al resto de las actividades que contiene.

× En la tercera lectura, Los placeres del aburrimiento, del libro Los usos de las imágenes, se sale del aspecto convencional al investigar no sobre aquello que se trabaja de forma seria, sino en las imágenes que surgen en los momentos de ocio o aburrimiento. Cuando la destreza técnica dejó de estar ligada indispensablemente a los valores artísticos, sustituida en gran medida, por la originalidad y la creatividad, el garabato como expresión despreocupada comenzó a ser valorado y pudo fusionarse con las corrientes artísticas convencionales.

No se tiene que ser un productor de imágenes de forma profesional porque en los garabatos el aspecto lúdico es suficientemente gratificante al margen del resultado; en cuanto a sus valores gráficos y expresivos, el garabato refleja los estilos y convenciones de su tiempo, pero cuando la disciplina se relaja, los grandes maestros lo terminan incorporando a sus lenguajes.

Así podemos entender que garabatear es el acto que ocurre cuando estamos desocupados o distraídos, al margen de que se posea o no educación técnica. La descarga de tensión del garabato es denominado por los biólogos como “actitud de remplazo”, mecanismo sicológico para la emoción reprimida que busca una salida alternativa, o para algún “bloqueo mental”.

Esta lectura me deja más una moraleja como reflexión: cada cierto tiempo es necesario explorar nuevas formas para no caer en el anquilosamiento, pero también que el trabajo serio no está peleado con el humor ni con el juego.

× En La página en blanco del libro Principios de ilustración el enfoque de la lectura cambia por completo respecto a los textos anteriores, ya que se dedica al proceso creativo y a la manera en que las ideas toman forma, en función de obtener una ilustración exitosa. A la par de las habilidades técnicas es importante que la ilustración se apoye en un pensamiento creativo fuerte, que se vea reflejado en la imagen, y que empuje al lector a pensar e intentar comprender el tema más a fondo.

Mientras el proceso de generación de ideas debe ser lo más libre, tratando de explorar la mayor cantidad de posibilidades sin preocuparse demasiado por el resultado inicial, este se debe complementar con la investigación sobre el tema. La documentación requiere que conozcamos el contexto de la publicación, la lectura del texto y de otros complementarios para enriquecer la comprensión del tema; ya teniendo en la mano esta información se requiere organizar las ideas de alguna forma práctica, que puede ser en tablas conceptuales, palabras sueltas a las que se une por conexiones posibles, o por diagramas. Con todo lo anterior el ilustrador puede armar sus propias carpetas de investigación, y así estar preparado para cualquier trabajo eventual que pueda surgir.

× La quinta lectura, La imagen totalmente significante, aborda el problema de la ilustración desde una perspectiva pragmática; entiende a la ilustración como un mensaje bi-media, compuesto de la relación texto-imagen basada en el estudio del público-objetivo. Así el compositor del mensaje se propone optimizar la eficacia comunicacional con un mínimo de medios y ejercer un máximo de acciones sobre la mayor cantidad de personas posibles.

La imagen es definida como una imagen bidimensional (icónica) comprendida en ciertas circunstancias como una totalidad (gestalt), como una forma que impregna en la conciencia mediante el campo perceptivo. Una forma que puede tomar es la del esquema, representación simplificada y abstracta de un ser, un proceso, un organismo o un fenómeno, de alguna forma pensar es esquematizar. El mensaje esquemático se sitúa en un vasto “continuum” que se inscribe entre el mensaje semiótico de signos arbitrarios y el polo extremo de la comunicación, por lo que genera un mensaje “isomorfo” mediante una representación.

El ingeniero en comunicación visual -ya bien entrados en el pragmatismo puro- se verá llevado a planificar rigurosamente el conjunto, el texto base más los elementos icónicos (entinema); por lo que mensaje bi-media, mediante una codificación icónica y textual, podrá emplear ambos repertorios, con sus respectivos códigos, recursos y sistemas.

× En Estilos artísticos y estilos de vida se propone una reflexión en la que la producción de imágenes es acorde o sintomática del tiempo en que fue producida esta, ya que refleja los valores de la época. Lo que al autor le confunde es la idea de que el espíritu del tiempo pueda ejercer su fuerza omnímoda sobre todos los individuos, por lo que su pregunta de si estos no pudieron haber influido en este espíritu es absurda. Los individuos no sólo reflejan los valores de su tiempo, también los transforman al trabajar la materia mientras reconstruyen la realidad y el conocimiento que tenían sobre esta.

El problema lo centra en el estilo, reflejo de la convención social, pero al querer separarse del gusto que profesa la mayoría, el artista debe modificar los lenguajes para expresar su propio sentido de búsqueda; así habrá de hacer avanzar a la historia del arte, aunque eventualmente sus innovaciones, si aportan valores objetivos, terminarán por incorporarse a la tradición y perderán su intención original, sin embargo formarán parte del acervo de la historia de las imágenes.

Cuando Gombrich trata de justificar medianamente la expresión de que debemos fingir gusto hasta que notemos que el gusto viene; sentir que lo que comenzó en forma de ficción termina como realidad, como algo que debe ser entendido en los valores de su tiempo, no lo hace con la suficiente distancia crítica; en lugar de proponer ejercicios como la crítica de arte, la documentación histórica o la simple apreciación desprejuiciada, sugiere que hay que sumarse a las voces “autorizadas”, lo cual también es un sinsentido de su discurso, ya que todo el tiempo apela al individuo creativo, pero en cuanto encuentra una opinión de suficiente jerarquía, no tarda en desechar su propia tesis.

Se concluye con la idea de que lo determinante de cualquier época son más las aversiones que los ideales compartidos, lo cual es margen suficiente para que los artistas transgredan las convenciones, y así pueden acercar a la historia del gusto artístico con las fluctuaciones de la moda, es decir, el de los consumos masivos y urbanos.

Una cosa es tener un gusto propio y otra tener la capacidad para reconocer la calidad y el valor de una obra al margen de las apreciaciones subjetivas; esta clase de madurez cognitiva es esencial para todo profesional de las actividades estéticas.

× La séptima lectura, Magia, mito y metáfora, al igual que la lectura anterior, deja de lado el problema de la ilustración y se concentra en el proceso histórico al que se ve sujeta la creación de imágenes. Lo que es valioso del estudio es que refleja el proceso de secularización de la sociedad, que sin poder deshacerse del bagaje histórico que la conforma, este va perdiendo su carácter esotérico, para ser usado como una mera forma comunicativa, que es el paso de la magia a la metáfora, en la que le papel del mito también adquiere importancia, ya que este contiene el sistema de creencias compartidas que permite la unión de cualquier sociedad.

Este fenómeno en apariencia tan sencillo es algo que merece una observación más profunda, ya que el humor, en palabras de Octavio Paz, es la gran invención de la Modernidad. Mientras que la sátira es la denostación explicita del adversario, el humor revela la ambigüedad de la que se compone el mundo, y por tanto escapa a los límites que imponen los dogmas religiosos. El humor es profanación porque lo sagrado no puede estar asociado a la risa -recordemos El Nombre de la rosa de Eco, uno de nuestros maestros-. De esta forma la guerra de imágenes no atentaba realmente contra el pensamiento religioso, ya que se trataba de sustituir un dogma por otro.

Otra forma de entender la metáfora es como decir una cosa con algo que no es; este pequeño secreto, en apariencia sencillo, requiere de toda la alquimia del artista para poder ser llevado a buen puerto.

× Y por último, la lectura del programa de Diseño de la Ilustración con base en los modelos semióticos, me parece la más fallida de todo el conjunto de textos. Contrasta con el resto del material, y por lo mismo podría decirse que intenta ampliar los puntos de vista que componen los textos; sin embargo considero que no alcanza el nivel suficiente para ser tomado en cuenta.

El fin didáctico los ha obligado a diseñar un programa de estudio altamente esquematizado: parten de una interpretación hermenéutica capaz de desarrollar el trabajo de diseño en sus dos esferas: conceptual y expresiva; su hipótesis consiste en que usar a las materias gráficas como espacios para ser semantizados por las asignaturas teóricas -supongo que dotarlos de alguna clase de profundidad teórica-, impactará en la solución de los problemas específicos del diseño por parte de los estudiantes; más adelante tratan de dejar en claro la diferencia entre ilustración y arte al resaltar la función comunicativa la ilustración.

Aparte de usar un lenguaje de lo más farragoso, cosa en la que son especialmente hábiles los tecnócratas, y de recurrir a fuentes “autorizadas”, pero que por su profundidad son difíciles de manejar para el estudiante promedio -y en especial para aquellos formados en instituciones dogmáticas-, el plan de estudios demuestra que se busca llenar de forma lo que carece de sustancia; lo único rescatable es la intención multidisciplinaria con que intentan abordar los proyectos de ilustración, sin embargo al estar tan acotado y segmentado parece más el programa de un ingeniero que de un comunicador.

× Este es mi intento de conclusión, y por tanto, mi definición de la ilustración: La ilustración es una actividad particular basada en el manejo de dos lenguajes específicos, del texto y de la imagen, y del cruce de los intereses de distintas áreas del saber humano, principalmente la comunicación, el arte, la ciencia y la filosofía, lo cual le permite acceder al nivel de categoría del conocimiento.

Como cualquier actividad tiene raíces que hacen difícil determinar su nacimiento “oficial”, sin embargo se puede decir que en el periodo histórico occidental llamado Ilustración, la ilustración, haciendo eco del espíritu de su época, busca traer a la luz el conocimiento que se había mantenido oculto, lo cual vino a contribuir en el desarrollo de la sociedad al democratizar los saberes, esto se manifestó en conocimientos tan distintos como la medicina o la física.

Por lo anterior comenzó a requerir de especialistas capaces de crear imágenes con un alto nivel de eficiencia comunicativa, entre ellos diseñadores e ilustradores; que aprovechando los recursos tecnológicos y los acervos ya digitalizados, son capaces de proponer imágenes sin ninguna clase de restricción. Esto ha generado una actitud despreocupada por los creadores de imágenes que sienten que no es necesario generar alguna clase de discurso, con mantenerse a la moda, sea lo que esta signifique, es suficiente. El pragmatismo se ha convertido en uno de los valores supremos, lo que ha generado un mundo saturado de imágenes que no dicen nada distinto unas de otras.

Llevando el análisis de las lecturas hasta el presente, se puede decir que las líneas directrices en la producción de imágenes son el surrealismo mal entendido, el collage tanto técnico como conceptual lo que lo vuelve mas bien pastiche, y un neobarroquismo en el que la “apropiación” legitima cualquier clase de descontextualización.

En cuanto a mi proyecto de investigación las lecturas sirvieron para ampliar algunas perspectivas, como la relación entre el garabato, el juego y la caricatura, ya que el factor lúdico es algo que no se debe pasar por alto para el desarrollo de la crítica social; también pude apreciar el contraste entre distintas formas de abordar a la caricatura, como serían la sátira y el humor.